Nací y crecí en Huasahuasi, Tarma, Perú. Un lugar con una naturaleza impresionante e inspiradora que formo parte en el aprendizaje de mis primeros años de vida. Esta energía la llevo muy dentro de mi corazón.
Cuando llegué a Suiza, país que me enamoró con su belleza y magia, tomé la decisión de establecerme aquí formando una familia bendecida de la cual me siento muy agradecida.
Me preparé para cumplir mi tarea en este espacio. Convirtiéndome en terapeuta de la vida y del alma.
Mi familia, mis hermanos del alma y la naturaleza, siguen siendo hoy portadores de las inspiraciones, que comparto con todas las personas que caminan conmigo, en esta experiencia de vida, acompañándolas en las diferentes situaciones, en los atascos, bloqueos que tenemos, encontrando nuevas soluciones y salidas para seguir fluyendo y lograr el bienestar.